Programas

Programa Infraestructura para Uso Sustentable

El terreno del Parque Humedal Río Maipo es dinámico, lo que permite que se regenere y se mantenga la vida de dicho ecosistema. Existen zonas que se inundan, dunas en constante movimiento, lagunas que aparecen y se llenan de aves, y que unas horas después dan paso a playas desde donde resurge la vegetación. Construir en esas condiciones cambiantes es un gran desafío que ha requerido de años de observación de la naturaleza, para aprender de su dinamismo y co-crear en base a los parámetros que ella entrega. Así también hemos logrado fortalecer los procesos de diseño y llegar a mejores resultados, que se transforman en formas de vida más sostenibles para el planeta y segura para los visitantes, especialmente en un territorio biológicamente importante, como lo es el humedal.

portal de acceso

En esta área encontramos la oficina de guardaparques para el registro e ingreso al parque, servicios privados para los funcionarios (baño, cocina y bodega) y baños públicos con accesibilidad universal. Todas estas dependencias están conectadas entre ellas a través de una gran terraza semi sombreada, construida en base a una pérgola de estructura metálica, donde actualmente hemos plantado geófitas chilenas, haciendo de este un espacio de aprendizaje. Desde este sector se inicia el recorrido sobre pasarelas bajas, que también cuentan con accesibilidad universal.

plaza cultura aconcagua

A continuación de la oficina de administración, diseñamos y construimos un espacio circular de reunión y distribución de recorridos. La forma de este y la disposición de las tablas de madera, recuerda el símbolo trinacrio adoptado por la Cultura Aconcagua que habitó este humedal originalmente. Además, en su centro se plantaron especies nativas, como vautro y esparto, y se dispuso una roca extraída de las canteras de la zona.

espacio trile

El Espacio Trile es un lugar de 60 m² abierto a la comunidad para hacer diferentes tipos de actividades, que se encuentra a continuación de las oficinas de administración y la plaza Cultura Aconcagua. Tiene una vista privilegiada al pajonal del sector oriente del parque y está adaptado para realizar charlas, reuniones, exposiciones, entre otras actividades. El lugar recibe su nombre en alusión a una de las aves características de los pajonales.

mirador pajonales

Es una plataforma amplia desde la cual se pueden observar de cerca los pajonales y su vegetación subacuática característica, es decir, plantas enraizadas en el fondo del agua que salen por sobre la superficie, como el junco (Scirpus californicus) y la totora (Typha angustifolia). Además, se pueden avistar aves como la garza, el trile, el huairavillo o el siete colores, que habitan en los pajonales.

plaza pajonales

Este es un espacio amplio, de 1.300 m², que se construyó sobre un suelo que estaba relleno con escombros producto de la época en que esta porción del humedal se ocupó como botadero de ramas. Hoy en día es un lugar resiliente, transformado en una explanada de maicillo con una gran banca zigzagueante y rocas dispuestas aleatoriamente a modo de esculturas naturales que también son funcionales, porque se pueden ocupar como asiento o juegos. Hacia el oriente limita con el Mirador Pajonales y hacia el poniente con un cerco de durmientes, que sube y baja como una duna guiándonos hacia el inicio de los senderos. Además, en los alrededores de la plaza se plantó vegetación nativa y se dejó una zona de docas existentes, como huella de la intervención humana. Las especies utilizadas en el lugar son nativas, en específico el Solanum maritimum (esparto), Schinus latifolius (molle) y el gran protagonista que es el Baccharis macraei (vautro). Finalmente, existen especies tales como la Tessaria absinthioides (brea) que crecen de manera natural en este terreno y que complementa la paleta vegetal existente del lugar.

mirador siete colores

Este mirador rinde un homenaje a la destreza y meticulosidad de la pequeña ave por la cual lleva su nombre: el siete colores. Este pájaro usa tiras de juncos secos para construir su nido, con los que forma una taza terminada en punta en su parte inferior, y la amarra a ramas de totora, a unos 50 a 100 cm del agua. Para acceder a la torre se debe ingresar a través de una rampa a la pasarela ubicada a 1,2 m sobre el terreno natural y luego ascender por una escalera de caracol excéntrica que recorre una altura de 3,7 m hasta llegar al mirador. Desde ahí, se obtiene una vista en 360°, que permite disfrutar de los diversos paisajes del humedal y observar sus aves.

senderos

Los senderos son parte de la infraestructura básica que deben tener los parques para proteger su biodiversidad, porque caminar fuera de ellos supone una amenaza para la flora y fauna. El parque cuenta con 1 km de senderos que recorren diferentes paisajes y ecologías, fomentando una experiencia de aprendizaje sensorial, inmersiva y en contacto con la naturaleza.

mirador pilpilén

Ubicado en la playa y en la unión de los senderos del parque, se encuentra el mirador Pilpilén. Es el primer mirador del Parque Humedal Río Maipo, el cual se construyó en el marco de un convenio entre la Municipalidad de Santo Domingo y la Estación Costera de Investigaciones Marinas (ECIM) de la Universidad Católica. En un principio la estructura estaba rodeada de pajonales y era posible avistar las aves propias de ese hábitat; hoy, en cambio, esos pajonales se han secado debido al impacto de intensas marejadas, generando un cambio en el patrón de la vegetación por efecto del agua salada. Actualmente desde este mirador es posible observar aves playeras como los pilpilenes, playeritos o zarapitos, y -además- constituye en punto de información sobre los hábitats y servicios ecosistémicos del humedal.

plaza bosque

Dentro el contexto del humedal, es uno de los pocos que ofrece sombra y resguardo en medio de las condiciones climáticas que tienden a ser bastante ventosas. Este espacio es una huella de un tipo de intervención humana distinta, producto de los desechos de las mismas ramas, con lo que se logra la inserción de especies exóticas, en este caso de Miosporos. En este lugar se decidió limitar el perímetro del bosque con unas bancas largas de durmientes, trazadas en terreno, que se ajustan y resaltan las posiciones de los árboles, ofreciendo una experiencia de descanso y contemplación coreografiada.

 

mirador zarapito

Dentro del sendero del borde del río encontramos el Mirador Zarapito, que es un mirador tipo hide, especialmente diseñado para el avistamiento de aves de forma respetuosa con el ecosistema, ya que sus ventanas pequeñas dan la posibilidad a los visitantes de observarlas sin ser vistos, y su forma curva permite abarcar la amplitud del estuario, pudiendo mirar tanto la barra como el río.